La cancha B del Estadio Municipal de María Elena, ubicada a un costado del salón de baile de una caja de compensación, está en el recuerdo de muchas generaciones de eleninos como el lugar donde el Club de Leones del pueblo realizaba su campeonato de baby fútbol y donde los jóvenes competían en las olimpiadas de verano. Con los años el lugar quedó en el abandono y se convirtió en refugio para el consumo de alcohol y drogas.
Esta es la breve reseña que nos hizo del lugar Juan Carlos Viera, monitor deportivo del Club Maranatha. Precisamente los padres, profesores y alumnos de esta agrupación fueron los que comenzaron el rescate paulatino del lugar, con trabajos de limpieza y restauración.
Vieras comenta orgulloso que, gracias el esfuerzo de todos los socios del club y de varias empresas locales, el lugar ya es escenario de competencias y actividades comunitarias de sano esparcimiento. El último trabajo con el que han coronado sus esfuerzos fue la construcción de servicios higiénicos, tanto para hombre como de mujeres.
Este última obra fue posible, detalla, gracias a la Fundación María Elena (FME), institución que respaldo del trabajo de club desde el primer acercamiento que tuvieron. Al respecto, el secretario ejecutivo de la FME, Claudio Sepúlveda, señaló que “esta inversión social es parte del programa para el mejoramiento del entorno de Maria Elena y en este caso en particular busca potenciar y reconocer a aquellas instituciones que están realizando un trabajo formativo con menores y adolescentes pampinos”
Juan Carlos Vieraz manifestó que el próximo desafío del club es lograr construir camarines, situación que permitirá aumentar aún más el uso del recinto, contribuyendo así en la formación de valores deportivos entre la población joven de María Elena.